viernes, 2 de mayo de 2014

Al sur


Un día me dijeron: despierta,
escuchar sombras es un engaño
que empeña el respirar.
Y toqué mi frente.
Y supe.
Supe que si la vida fue ya no es,
que si apoyaba la cabeza en el pecho
sólo oía memorias,
y entonces alcé mi boca para ir al sur,
al sur de las nubes serenas
que aún no son cielo pero ya se presume,
donde la noche no es lenta de sueños
ni la soledad un lazo que imita a la luna.
Allí mi carne es dulce de labios
y el amanecer camina sobre rosas,
allí no fui ni seré pero soy amor que en ti siento,
soy el brazo extenso que crea
el pensamiento que ya vive
la voz que muda grita ¡Somos!

Ser es amar
y aguardándote en mi aliento, callo.


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