Voy
a desahuciar al alba
por hacerse mañana sin ti,
creyó que la sonrisa de mi almohada
era olvido y no refugio,
refugio donde soy cuando en tu sueño nazco
lejos de la verdad que duele
pero no se toca,
que se alza como destino intolerable
despreciando el sabor de un beso
que pusiste en mis ojos de hombre que ignora.
Ahora soy niño y todo lo sé,
sé que mi sombra arrebata a las rosas
que el deseo es agua que se desboca en tu aliento
que una mano sola posee tantas caricias
como memorias del viento
en las alas de un pájaro que ama.
El amor que piensa no siente
y en esta vida estrecha por el pecho que duerme
negarás el sol que se desnuda en otros cielos
si no desahucias al alba
que se hizo mañana sin mí.
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