No
te engañes con los ojos seductores del whisky,
cuando
apures el vaso no volverán a mirarte.
Yo
siempre he preferido las historias más largas
para
fantasear con el susurro de los hielos.
Me
gusta el eco que proponen dos cuerpos,
y
los gemidos como estrellas fugaces
que
no te dan tiempo a contarlos.
Me encanta saborear los amores con recorrido
quizá
porque nunca me bebo los besos de golpe
o
quizá porque en las distancias cortas
se
advierte la escasez de pelo.
Poquito a poquito son más sabrosos.
ResponderEliminarYo siempre he preferido las historias más largas
ResponderEliminarpara fantasear con el susurro de los hielos.
Qué buen tema, Alfredo, sobre todo esa imagen de los hielos susurrantes que es para nota.
Namasté.
De golpe pierden sustancia.
ResponderEliminarme encanta,con su permiso voy a compartir en fb.su blogs,tengo muchos amigos que escriben muy bien,
ResponderEliminarNo hay que beberse los besos poco a poco, abordando cada suspiro y cada momento, cuanto más largo mejor.
ResponderEliminarHay que tomarse tiempo para saborear todo lo maravilloso que nos regala la vida.
ResponderEliminar¡Qué bonito!