Aprenderé
a olvidar para no olvidarte.
Aprenderé a ser cómplice de las palabras
que sonreiré en tus labios
cuando respiremos la misma noche
y tú seas la luz,
y el argumento de mi
locura,
y el cuchillo que abrirá los deseos
para que la lava ascienda
desde la cueva oscura del secreto
hasta la rosa de tu frente.
Aprenderé a ser máscara
cuando el amor
regrese a por sus lágrimas
y el desierto se extienda en mi costado.
Arena y ausencia
en los gestos de un hombre
que clavará efigies en los muros de la memoria
para que no se le olvide tu rostro.
No creas que mis versos son tristes
siempre estoy alegre cuando te sueño
pero se me ha atragantado una sonrisa.
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