Escribir
con tiza es de solitarios
que temen un recuerdo.
Esconden primaveras en su maleta
mordiendo melocotones
con las manos atadas al corazón.
No es fácil ser solitario, lo sé,
hay otro modo de soñar insomnios,
yo prefiero morir en ti
romperme en versos
besando el olvido donde me guardas.
Me suicidas tanto que ya no sé quién soy.
Ayer te amé con otro nombre
tu boca sabía a desesperación
y poseías el aroma dulce de un pecho recién besado.
Era verano, o sueño
y no encontré el antojo de tu ombligo.
Sólo tus ojos quedan.
¿Qué habrá detrás de la huida?
Quizá versos de tiza.
Te amo tan despacio que a veces pasan los años,
y siempre la vida.
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