POEMAS
AL MARGEN
13
Nací
en su latido
cuando el mar aún era
posible,
soledad mía toda ella
que en ángulos oscuros
suspende luces
adolescentes
desde un mentón lleno
de tulipanes ligeros
que como el frío buscan
la tristeza.
Vuelto de sueños hacia
el niño
contemplo las cenizas de
tanta vida,
ese medir los dos
muslos con la frente
cuando quietud o gozo
toman forma del mismo
océano que la luna ignora.
Todo huele todo a
tulipanes ligeros,
adiós que ya el pie
presiente
tan cierto como el ruido
de palomas sonámbulas
que desprende un pecho
agotado.
Y héme aquí
sin más estatuas
que la sombra de una
flor
obsesionada con el mar.
Qué universo de voz aquella que en sus adentros
conoce el lenguaje de
los tulipanes.
Abrid los versos por
las ventanas
y si asoman nombres
apagad la luz,
y tú, soledad mía toda
ella,
escúchame
mientras aguardo
cruzado de abrazos
ese instante de la
desnudez
donde un labio jamás es
amenaza.
Nota:
Amo porque callo, y en esos aires seré viento.
PINTURA: AMANTES EN
ROJO DE NICOLETTA TOMAS CARAVIA
En mi voz